6 hours ago
A medida que la Premier League se acerca a su final, Nike Phantom 6 esta victoria ejemplifica la lucha por el título del Manchester City hasta el momento. El marcador por sí solo bastaría para convencerte de que el equipo de Pep Guardiola vuelve a la carga, mostrando su mejor forma cuando más importa, como siempre. Por sexta vez en sus últimos siete partidos de la Premier League, el City anotó tres goles. Una de las visitas más difíciles que Inglaterra podría ofrecer esta temporada se ha superado con éxito.
La noticia principal de este partido es sumamente alentadora. Y esa es quizás la forma más favorable de evaluar al City. Por una vez, Guardiola ha construido un equipo que se burla de los matices, uno que exige ser evaluado con estereotipos. Tienen al mejor delantero de la liga, amigo. Simplemente ganan, y eso es lo que más importa. Saben lo que se requiere a estas alturas de la temporada. Lo descubrirán, siempre lo hacen.
La cuestión es que puede que haya mucho que descubrir. Es difícil saberlo con certeza. Después de todo, la tabla dará fe de que el Crystal Palace es uno de los rivales más duros de la Premier League. Se notaba. Hasta que Phil Foden rompió su determinación a 20 minutos del final, el equipo de Oliver Glasner, campeón de la FA Cup, tuvo, con diferencia, las mejores ocasiones. Una mejor definición de Yeremy Pino antes del gol inicial de Erling Haaland hizo que esta fuera una repetición de aquella famosa tarde en Wembley.
"Todavía tenemos muchas cosas que mejorar", reconoció Guardiola. "La victoria del Real Madrid me dio muchas señales de que no estamos preparados, no en cuanto a mentalidad, sino en cómo afrontamos ciertos partidos... Poner el 3-0 aquí es una buena señal para nosotros".
La primera impresión es impresionante. Es al analizarla un poco más a fondo que surgen las preguntas. El City terminó este partido con un penalti de Haaland que aumentó las estadísticas de goles y remates. Aun así, concedieron 16 remates a puerta frente a los siete que recibieron ante el gol de Dean Henderson. Si se incluye el penalti en el cálculo de los goles esperados (xG), sus posibilidades siguen siendo inferiores, 2.08 a 1.18. Si se elimina el tercer gol, en ataque, es una actuación desastrosa. También lo son los 33 toques en el área que permitieron, frente a los 12 que registraron. Y sí, la única estadística que importa es la del marcador. De nuevo, aparecen esos clichés, sin ningún interés en cuál de esos números predice mejor los resultados futuros, y el hecho de que el City permita casi un 70% más de xG sin penaltis por partido que el Arsenal, que indica una diferencia considerable en xG entre ambos.
Al menos no habrá que sumar puntos en el futuro contra un equipo como el de Glasner. Hay que reconocerle mucho a la excelencia del Palace en los primeros 70 minutos. En todos los momentos, salvo uno, su defensa se impuso con fuerza a Haaland, utilizando su exceso de centrales para asegurar que rara vez pudiera recibir el balón sin que dos camisetas rojiazules chocaran contra él. Este es un equipo que a menudo parece capaz de hacer transiciones con los ojos cerrados. Sus pases profundos amplían el campo al máximo, abriendo líneas por las que Adam Wharton podía colar el balón con facilidad.
El Palace supo aprovechar al máximo la posesión del Manchester City, lanzando balones altos y rápidos al espacio a sus espaldas, sacando el máximo provecho una y otra vez. Aquí es donde entra de nuevo el reto de evaluar realmente al equipo de Guardiola. ¿Acaso esas dificultades se debieron a que quizás solo hay un delantero —el del otro lado del campo— más hábil que Jean-Philippe Mateta para causar estragos persiguiendo balones por arriba? ¿Podrían otros jugadores, aparte de Wharton, conectar esos pases en el punto justo? El City siempre ha aprovechado el espacio a sus espaldas y pocos rivales lo hacen tan bien, y el Palace está particularmente bien posicionado para aprovecharlo.
Quizás el City de antaño estaba mejor posicionado para mitigar esas vulnerabilidades. Ciertamente, sus mejores mediocampos no habrían permitido que Daichi Kamada los superara con tanta facilidad como lo hizo en Selhurst Park. Esa es quizás la contraposición más convincente al argumento de que este equipo mejorará en los próximos meses. Si Rodri, en su mejor momento, regresa por esa puerta, probablemente no sea esta temporada.
Lo que puede suceder es que los jugadores más jóvenes, que no están acostumbrados a llevar el peso de una carrera por el título, se adapten a él, de la misma manera que lo hicieron sus predecesores. Por ejemplo, Foden, quien tuvo dificultades para impactar en el partido antes de un disparo raso de su habitual excelencia que sentenció el encuentro. Guardiola ve margen para que crezca. En las últimas semanas, se ha esforzado por destacar la relativa juventud de este aspirante al título, la rotación de jugadores fuera del campo que explica en parte por qué este equipo ha gravitado hacia una especie de heliocentrismo al estilo Haaland. Sus jóvenes estrellas siguen aprendiendo y mejorando.
"Hoy pienso diferente [a otros] sobre Phil", dijo Guardiola. "No estuvo en su mejor momento. Perdió muchos balones. Tomó decisiones apresuradas, estaba muy ansioso. Tiene que jugar, mantener el balón, asociarse con los demás [jugadores] y, en el momento justo, lograr esa explosión que solo él tiene. Antes de eso, tiene que estar más tranquilo".
Y a pesar de que Foden y tantos otros no son lo que su entrenador cree que podrían ser, el City sigue ahí. Sí, es ese cliché de que van a mejorar de nuevo, pero esta vez con al menos algo sustancial que lo respalde. La razón por la que los rivales temen que el City simplemente se enganche es que ya lo ha hecho antes en posiciones aparentemente difíciles, como cuando Guardiola ideó una defensa de cuatro centrales y consolidó el estatus de su equipo como el mejor de Europa.
"Llevamos un año y medio jugando sin el mejor jugador del mundo [Rodri]", dijo Guardiola. "A pesar de eso, estamos ahí. Estamos cerca. Eso es lo que me gusta.
"Tengo la sensación de que estamos mejorando. Eso es lo que queremos sentir. Hoy ganamos 3-0, pero el Sunderland, ya sabes, con la temporada que está haciendo, ganamos 3-0 [también]. Estuvimos bien contra el Sunderland durante 95 minutos. No puedo esperar venir aquí y no [permitir] ocasiones, sin perder el balón en transición. Son los campeones de la FA Cup. Es un equipo entre los cuatro y los cinco mejores, un equipo excepcional. No puedo esperar [el partido contra el Sunderland] de ellos.
Pero cómo planteamos el partido, lo agresivos que fuimos en la presión alta, Botas de Fútbol Nike Phantom Elite FG lo bien que defendimos en el área, lo bien que lo hicimos en muchísimas cosas, eso me alegra muchísimo.
Quizás eso sea lo que más importa. Los datos muestran signos de preocupación para el City, al menos en comparación con el conjunto del Arsenal, líder de la liga. Guardiola ve motivos para el optimismo. ¿A quién apoyas?
La noticia principal de este partido es sumamente alentadora. Y esa es quizás la forma más favorable de evaluar al City. Por una vez, Guardiola ha construido un equipo que se burla de los matices, uno que exige ser evaluado con estereotipos. Tienen al mejor delantero de la liga, amigo. Simplemente ganan, y eso es lo que más importa. Saben lo que se requiere a estas alturas de la temporada. Lo descubrirán, siempre lo hacen.
La cuestión es que puede que haya mucho que descubrir. Es difícil saberlo con certeza. Después de todo, la tabla dará fe de que el Crystal Palace es uno de los rivales más duros de la Premier League. Se notaba. Hasta que Phil Foden rompió su determinación a 20 minutos del final, el equipo de Oliver Glasner, campeón de la FA Cup, tuvo, con diferencia, las mejores ocasiones. Una mejor definición de Yeremy Pino antes del gol inicial de Erling Haaland hizo que esta fuera una repetición de aquella famosa tarde en Wembley.
"Todavía tenemos muchas cosas que mejorar", reconoció Guardiola. "La victoria del Real Madrid me dio muchas señales de que no estamos preparados, no en cuanto a mentalidad, sino en cómo afrontamos ciertos partidos... Poner el 3-0 aquí es una buena señal para nosotros".
La primera impresión es impresionante. Es al analizarla un poco más a fondo que surgen las preguntas. El City terminó este partido con un penalti de Haaland que aumentó las estadísticas de goles y remates. Aun así, concedieron 16 remates a puerta frente a los siete que recibieron ante el gol de Dean Henderson. Si se incluye el penalti en el cálculo de los goles esperados (xG), sus posibilidades siguen siendo inferiores, 2.08 a 1.18. Si se elimina el tercer gol, en ataque, es una actuación desastrosa. También lo son los 33 toques en el área que permitieron, frente a los 12 que registraron. Y sí, la única estadística que importa es la del marcador. De nuevo, aparecen esos clichés, sin ningún interés en cuál de esos números predice mejor los resultados futuros, y el hecho de que el City permita casi un 70% más de xG sin penaltis por partido que el Arsenal, que indica una diferencia considerable en xG entre ambos.
Al menos no habrá que sumar puntos en el futuro contra un equipo como el de Glasner. Hay que reconocerle mucho a la excelencia del Palace en los primeros 70 minutos. En todos los momentos, salvo uno, su defensa se impuso con fuerza a Haaland, utilizando su exceso de centrales para asegurar que rara vez pudiera recibir el balón sin que dos camisetas rojiazules chocaran contra él. Este es un equipo que a menudo parece capaz de hacer transiciones con los ojos cerrados. Sus pases profundos amplían el campo al máximo, abriendo líneas por las que Adam Wharton podía colar el balón con facilidad.
El Palace supo aprovechar al máximo la posesión del Manchester City, lanzando balones altos y rápidos al espacio a sus espaldas, sacando el máximo provecho una y otra vez. Aquí es donde entra de nuevo el reto de evaluar realmente al equipo de Guardiola. ¿Acaso esas dificultades se debieron a que quizás solo hay un delantero —el del otro lado del campo— más hábil que Jean-Philippe Mateta para causar estragos persiguiendo balones por arriba? ¿Podrían otros jugadores, aparte de Wharton, conectar esos pases en el punto justo? El City siempre ha aprovechado el espacio a sus espaldas y pocos rivales lo hacen tan bien, y el Palace está particularmente bien posicionado para aprovecharlo.
Quizás el City de antaño estaba mejor posicionado para mitigar esas vulnerabilidades. Ciertamente, sus mejores mediocampos no habrían permitido que Daichi Kamada los superara con tanta facilidad como lo hizo en Selhurst Park. Esa es quizás la contraposición más convincente al argumento de que este equipo mejorará en los próximos meses. Si Rodri, en su mejor momento, regresa por esa puerta, probablemente no sea esta temporada.
Lo que puede suceder es que los jugadores más jóvenes, que no están acostumbrados a llevar el peso de una carrera por el título, se adapten a él, de la misma manera que lo hicieron sus predecesores. Por ejemplo, Foden, quien tuvo dificultades para impactar en el partido antes de un disparo raso de su habitual excelencia que sentenció el encuentro. Guardiola ve margen para que crezca. En las últimas semanas, se ha esforzado por destacar la relativa juventud de este aspirante al título, la rotación de jugadores fuera del campo que explica en parte por qué este equipo ha gravitado hacia una especie de heliocentrismo al estilo Haaland. Sus jóvenes estrellas siguen aprendiendo y mejorando.
"Hoy pienso diferente [a otros] sobre Phil", dijo Guardiola. "No estuvo en su mejor momento. Perdió muchos balones. Tomó decisiones apresuradas, estaba muy ansioso. Tiene que jugar, mantener el balón, asociarse con los demás [jugadores] y, en el momento justo, lograr esa explosión que solo él tiene. Antes de eso, tiene que estar más tranquilo".
Y a pesar de que Foden y tantos otros no son lo que su entrenador cree que podrían ser, el City sigue ahí. Sí, es ese cliché de que van a mejorar de nuevo, pero esta vez con al menos algo sustancial que lo respalde. La razón por la que los rivales temen que el City simplemente se enganche es que ya lo ha hecho antes en posiciones aparentemente difíciles, como cuando Guardiola ideó una defensa de cuatro centrales y consolidó el estatus de su equipo como el mejor de Europa.
"Llevamos un año y medio jugando sin el mejor jugador del mundo [Rodri]", dijo Guardiola. "A pesar de eso, estamos ahí. Estamos cerca. Eso es lo que me gusta.
"Tengo la sensación de que estamos mejorando. Eso es lo que queremos sentir. Hoy ganamos 3-0, pero el Sunderland, ya sabes, con la temporada que está haciendo, ganamos 3-0 [también]. Estuvimos bien contra el Sunderland durante 95 minutos. No puedo esperar venir aquí y no [permitir] ocasiones, sin perder el balón en transición. Son los campeones de la FA Cup. Es un equipo entre los cuatro y los cinco mejores, un equipo excepcional. No puedo esperar [el partido contra el Sunderland] de ellos.
Pero cómo planteamos el partido, lo agresivos que fuimos en la presión alta, Botas de Fútbol Nike Phantom Elite FG lo bien que defendimos en el área, lo bien que lo hicimos en muchísimas cosas, eso me alegra muchísimo.
Quizás eso sea lo que más importa. Los datos muestran signos de preocupación para el City, al menos en comparación con el conjunto del Arsenal, líder de la liga. Guardiola ve motivos para el optimismo. ¿A quién apoyas?